ANTEPASADOS
Antiguos pescadores, viejos espías
del dolor
aquellos que nacieron
para que yo naciera
aquellos que traían la orden de matar,
eran
inocentes.
Buscadores de oro
artesanos de las buenas costumbres
para ellos
vivir
había sido duro aprendizaje.
No tenían, en verdad, la elegancia de los Normandos
y sus mujeres
incapaces para las tareas domésticas
habían nacido para amar.
Amar en primavera
los colores azules persistentes y por las noches
cantos de extraños pájaros nocturnos y el dolor.
Hablaban cuando los acontecimientos naturales
quebraban la paz.
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