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INTRODUCCIÓN PRIMERA, O EJEMPLO
Sólo quiero decir, que todo lo que sigue
es lo que pudo el escritor
en seis meses. Lo demás, escenas de la vida cotidiana;
yendo al supermercado para comprar más barato el tomate.
Sentado sobre la mesa de cemento en el fondo de la casa de mis padres
mirando y oliendo cómo crece el ciruelo.
Estando con ellos, la puta frígida y el inmigrante idiota, aprendí
solamente la diferencia entre las plantas y los animales.
LOS HOMBRES Y LAS MUJERES VINIERON CON
LOS AMIGOS
Recordando cuando era pequeño y le
preguntaba a mi madre qué había
de comer, ella respondía con la mayor seriedad:
MIERDA.
Mis hermanas, mujeres, se burlaban de mí.
Tomando un café con los amigos, los amigos de siempre y como todo el
mundo hablando de pavadas, entretejiendo planes imposibles acerca de
cómo vivir.
Mirando mujeres inalcanzables. Diciendo frases célebres.
Morir no es todo
A madre inocente, futuro incierto
ELLA ME AMA
Las mujeres saben lo que dicen.
Encuentro en esta introducción la
torpeza de todos mis comienzos.
Me encuentro solo. Nacer siempre es lo mismo.
Me ahoga el orden, me ahoga la anarquía.
Vivir después de nacer, para
mí, fue complejo.
Siempre necesité el espacio que da una ley precisa y que nunca tuve.
Cuando adolescente robaba dinero a mi padre y a mi madre. Los dos me
descubrieron. Padre me dio una cachetada. Madre se quiso matar con el
puñal labrado en oro y mierda, regalo de su madre.
Todo fue difícil para quien comprendió desde pequeño, que padre y
madre no se querían.
Todo fue difícil para quien comprendió en su adolescencia, que vivía
entre idiotas.
Todo es difícil para quien sabe en su adultez, la relación que existe
entre los idiotas y la muerte.
Crecí solo, como crecen los suicidas y los dementes. Creo que haber
recuperado la vista a los trece años, en el baño, mirando el cuerpo
de mi padre, en su momento me salvó la vida.
Con la locura no se puede. Vivir, como dice mi amigo SERGIO
LARRIERA, siempre es un proyecto delirante.
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