COMUNICADO
NUMERO CUATRO
Mucho tiempo sin
escribir.
Comprenderlo todo tampoco sirve.
Se necesitan fisuras, errores, se necesitan cegueras. La pasión
seguirá aconteciendo en los lugares de mí, que no me pertenecen.
Siento terror como un niño abandonado, frente a tus ojos mirando hacia
la nada.
La nada de tu historia.
Una madre que dice haber tenido lo que nunca pensó.
Un padre que dice que no cuando alguien le pregunta si tiene.
Un hermano con algo y sin saber. Un hermano que lo tenía todo y murió.
Y aquí estoy yo
con el semblante desteñido por tanta opacidad.
Esclavo del goce, amante, sereno amante de la muerte, sigo sin ser
visto.
Ella siempre se
pierde en esas ilusiones.
Ella no está conmigo.
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