SALTO MORTAL Miguel Oscar Menassa - 1977

 

10 de septiembre de 1976, Madrid.

Soy pobre aquí en Madrid.
Mi única riqueza,
-en el desesperado intento de ser -
estas palabras que hilvano torpemente.

Cuando el color de los olivos 
y el olor aceitoso - casi humano - de las colinas 
están conmigo,
                      ella
                           huele su propio olor.

Tener
tengo la quietud de las bestias era saciedad.


10 de septiembre de 1 976, Madrid

Quiero que mi escritura sea plena y serena, 
llena de suciedad y de lágrimas.

Quiero que mi poesía 
                                sea todo el poder.

Agradezco esta experiencia de libertad, 
donde las raíces,
las verdaderas raíces, 
siempre estarán en otro sitio.

Dolor
porque un hombre solo se va volviendo triste. 
Y un hombre triste no puede, 
con las escenas de la muerte.


10 de septiembre de 1976, Madrid.

Ayer le regalé una música a Olga.

Moldeados para ser perfectos y no querer. Todo el misterio.
Dislocar el tiempo y el espacio, 
amar la imperfección y por las noches 
amar vuestros amores.

Bestias,
           amadas,
                       que bello era retozar.


10 de septiembre de 1976, Madrid.

mirarme en el espejo es un entretenimiento.

¿A quién amar con este amor único?

Hacer el amor con las mujeres y después,
nada mas.
Nunca pensé nada, nunca desee otra cosa, 
que sus hirvientes flujos sobre mi corazón.

Esta pasión por lo femenino fue toda la energía. 

Lo hice todo, no pensé nunca nada, lo sé todo.

La gran guerra asolará del siglo, sus finales. 
La guerra de los sexos: 
hombre contra mujer, mujer contra hombre. 
Nunca aconteció lo que acontecerá.

Triunfarán las mujeres.
Dueñas de sus tierras
                                de sus hijos
                                                 de sus hombres

de las ciencias y de las artes
                                          no hablarán más.

Extenderán sus cuerpos,
dejarán pudrir sus cuerpos al sol
                                                y nosotros
tendremos que amar todo eso.


10 de septiembre de 1976, Madrid.

Querido:

             Aquí estoy sano y salvo y ella, conmigo.
Haré con ella y sus amantes un movimiento.
Uno de esos movimientos perpetuos hacia la nada.
Haré que ella, haré que sus amantes, se olviden de sus muertos.

Fumo, ahora, tranquilamente mi cigarro después de la comida.

 

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