ALLÍ DONDE LA TIERRA
Allí donde la
tierra
desangra
los jóvenes claveles,
allí te espero.
Entre la
sangre
y el lejano carmín
del humo del cigarro.
Entre las
soledades,
estos viejos papeles
manchados por tu risa,
entrecortada al alba,
y tus miserias cálidas
y las diademas
sobre tus pechos
abiertos en el mar.
Allí donde
los dioses
tejen
el vuelo de los pájaros,
allí te espero,
blanca extranjera mía,
perdida entre el tumulto
y el misterioso volar
de alondras en tu cuerpo,
de alondras en tu cara…
Nada de
pájaros cantores,
sólo tu sexo,
sólo el volar de las alondras
hacia el aroma de tu sexo.
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