Canciones [2003-2004]

Miguel Oscar Menassa, 2010

 

 
PEPE Y LA MUERTE

 I

Fue una esperanza vana
la ilusión de la muerte.
Ella no ama de mí
sino mi cuerpo.

Y al estar hecho
todo de versos,
la muerte enamorada
partió sin mí.

Cuando vi
que la muerte se alejaba
tuve un temblor
de despedida.

Y llegué a sentir
que la señora muerte
nunca jamás
volvería a besarme.

Mas comprendí de pronto,
en un silencio,
que un día de gloria,
de dolor inevitable
de derrota o de triunfo
yo mismo iré a buscarla
y mirándola a los ojos
le podré decir:
El hombre
ha de morir un día
y yo, soy un hombre.

La muerte
miró para un costado
y comenzó a reír
mientras decía:

Tú no podrás morir
tú no eres un hombre
tú eres un poeta.
Y desapareció.

Nadie lloró
el día de mi muerte
porque, en verdad,
al morir como hombre,
eterno en su decir
infinito en su tiempo,
nació un poeta.
 

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