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IBA POR LA CALLE
Iba por la calle
y me puse a cantar
una nueva canción
de mi propia invención.
Y vino la policía
y me quería arrestar.
Y el inspector de hacienda
que quería ya cobrar.
Y después la discográfica
vino y me dijo:
“Usted está loco, señor,
así no podrá cantar.
Si quiere cantar
tendrá que tener
una discográfica,
ser amigo del juez,
y novio o casi novia
de dos o tres señores
de la televisión,
y de los programas
que en la radio dicen,
muy fuerte, a los gritos,
amar la canción,
que su cantor desafina
y, además, entre los dos,
no saben siquiera
tocar el trombón.”
Y al contestarle al juez,
amigo de la discográfica,
que el pueblo ya canta
mi bella canción,
el tipejo me dijo:
“Es por eso mismo
que te ponemos pegas,
por las dudas tu canción
nos quite la clientela”.
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