DIVORCIO A LOS SETENTA AÑOS
Hoy te canto,
amada mía,
para poderte decir
que el amor que te tenía
se ha fugado con AURORA
que es una buena señora
y sabe cocinar bien.
No sé si podré quererla
como te he querido a ti
pero cuando desayuno
tengo los huevos ahí
sobre la mesa esperando,
mis huevos fritos están
y yo llego y me los como
sin ninguna vanidad.
No sé si podré quererla
como te he querido a ti
pero al volver del trabajo
ella comienza a bailar.
Y deja caer su falda
y me muestra las braguitas
y mueve el culo con gracia
para festejar mi llegada.
Yo veo cómo se mueve
ese culito asombroso
y, a pesar de estar cansado,
me pongo como una moto.
Y cuando estoy acostado
tapadito hasta los ojos,
ella recita en voz alta
los poemas de Huidobro.
Me quedo dormido y sueño
alguna historia de amor
donde mi amada es la luna
y yo soy un rey cantor.
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